¿Por qué la Academia en Busca de Sentido?

Jul 28, 2023
 

En el ajetreo de la vida moderna, es fácil perder de vista el verdadero propósito de nuestra existencia y dejar de lado el desarrollo personal. Sin embargo, invertir en el crecimiento personal es una de las decisiones más valiosas que podemos tomar para alcanzar una vida plena y significativa. La Academia en Busca de Sentido se destaca como una plataforma 100% online que busca difundir lo que llamamos “las herramientas básicas para la vida”. Nuestra formación tiene un enfoque integral, considerando la inteligencia, la voluntad, las emociones y el cuerpo como elementos esenciales para el desarrollo humano. En este artículo, te vamos a contar algunas ventajas de invertir en crecimiento personal y cómo una formación –que tome en cuenta una visión unitaria de la persona– puede brindar innumerables beneficios. Vamos a ello. 

 

 

  • La importancia de invertir en crecimiento personal
  • Conecta con tu propósito de vida
  • Mejora tu relaciones personales
  • Gestión efectiva del estrés y la ansiedad
  • Desarrollo de la autoconfianza
  • Una visión unitaria de la persona
  • Inteligencia: Más allá del coeficiente intelectual
  • Voluntad: la capacidad de elegir y querer
  • Comprender y gestionar nuestro mundo afectivo
  • Cuerpo:  el físico también importa
  • Beneficios de una formación integral 
  • Autodescubrimiento y autoconocimiento
  • Desarrollo de la empatía y la comunicación efectiva
  • Mejora del desempeño laboral y profesional
  • Mayor resiliencia ante los desafíos de la vida

 





 

  • La importancia de invertir en crecimiento personal

 

 

  1. Conecta con tu propósito de vida

A veces, damos por supuesto que el crecimiento personal sucede de manera espontánea con el paso del tiempo y no es así. Ese crecimiento requiere una dirección consciente, una práctica y un propósito. El primer paso para crecer es conectar con el sentido de la vida. Explorar nuestro interior, comprender nuestras motivaciones y descubrir allí, nuestro propósito. Cuando invertimos en nuestro desarrollo, nos volvemos más conscientes de nuestras pasiones, talentos y valores, lo que nos lleva a tomar decisiones más alineadas con nuestro ser más auténtico.

 

  1. Mejora tu relaciones personales

Una formación integral en crecimiento personal no solo beneficia nuestra relación con nosotros mismos, sino que también impacta positivamente nuestras relaciones con los demás. A medida que desarrollamos nuestra inteligencia emocional y habilidades de comunicación, nos volvemos más empáticos, compasivos y capaces de resolver conflictos de manera constructiva. Nadie puede cambiar a otra persona, pero un cambio profundo en uno mismo, puede tener un efecto transformador en las relaciones y, de esa manera, influir en otras personas para bien. 

 

  1. Gestión efectiva del estrés y la ansiedad

Es una lástima que las palabras estrés, ansiedad y depresión, sean términos habituales en nuestro lenguaje cotidiano. La vida contemporánea puede ser estresante, y muchas personas se enfrentan a niveles crecientes de ansiedad. Al invertir en nuestro crecimiento personal, aprendemos técnicas de manejo del estrés y autocuidado que nos permiten mantener la calma en momentos difíciles y enfrentar los desafíos con resiliencia. La vida se puede convertir en un esfuerzo de supervivencia, si no sabemos parar y decidir cómo queremos vivir. Examinar nuestra actitud ante la vida, adquirir hábitos buenos, innovar rutinas, descubrir qué podemos hacer para que nuestro cerebro funcione mejor, puede contribuir a que nuestra calidad de vida mejore radicalmente. Se puede decir adiós al estrés y la ansiedad, haciendo los cambios necesarios. 



  1. Desarrollo de la autoconfianza

Una formación integral nos ayuda a desarrollar la autoconfianza, lo que es esencial para alcanzar nuestras metas y perseguir nuestros sueños. Al adquirir nuevas habilidades y superar obstáculos, reforzamos la confianza en nuestras capacidades y nos sentimos más seguros para enfrentar los desafíos futuros. Uno de los enemigos silenciosos que suele impedir el desarrollo del potencial que cada uno tiene es el miedo. Puede ser el miedo al éxito o al fracaso, el miedo a la incertidumbre, el miedo al cambio. El miedo tiene muchas máscaras, y sólo la confianza derivada de la introspección y el espíritu de servicio, es capaz de desenmascararlo y hacerle frente. 

 

 

  • Una visión unitaria de la persona 

 

Es imposible abordar la educación emocional sin abarcar otros aspectos de la persona que están conectados con el corazón. La especialización es muy buena en Medicina, o en Derecho, pero no es una buena estrategia cuando hablamos del crecimiento personal. Imagina que sólo nos enfocamos en educar las emociones y dejamos de lado la voluntad, o nos centramos sólo en el cuerpo, abandonando la inteligencia en un rincón. Seríamos una especie de Frankenstein sin armonía, sin equilibrio y con muchas dificultades para vivir plenamente. 

 

 

  • Inteligencia: más allá del coeficiente intelectual

 

El famoso coeficiente intelectual es el resultado de un test que evalúa cierto tipo de capacidades intelectuales. La inteligencia es mucho más que un número o una función. No tenemos inteligencia, somos inteligentes. Es decir, el ser humano es capaz de comprender la realidad de una manera en que ningún otro ser vivo es capaz. La inteligencia puede ser teórica o práctica. La inteligencia nos permite conocer conceptos abstractos, llevar a cabo razonamientos simples o complejos, crear. La formación integral tiene en cuenta el desarrollo de diferentes expresiones de la inteligencia, junto con otras capacidades humanas que la acompañan y la complementan, como la imaginación , la memoria, el corazón, etc.  Al conocer y cultivar todas las dimensiones de la inteligencia, nos volvemos más adaptables, resolutivos y capaces de resolver problemas de manera efectiva. Y lo más importante, nos podemos abrir a un horizonte más amplio en lugar de limitarnos a una pequeña  parte de lo que la inteligencia tiene para ofrecer. 

 

 

  • Voluntad: la capacidad de elegir y querer

 

Cuántas veces hemos dicho, me gustaría hacer esto, o dejar de hacer lo otro, pero “me falta fuerza de voluntad”. ¡Seguro que muchas! Y, sin embargo, poco conocemos de la voluntad. ¿Qué es? ¿Qué funciones tiene? ¿Cómo la puedo cultivar en mi favor? Etimológicamente, la palabra voluntad procede del latín voluntas, -tatis, que significa querer, y querer, implica elegir, determinarse a buscar lo elegido poniendo los medios necesarios para conseguirlo. En dúo con la inteligencia, la voluntad es la que decide qué metas u objetivos elegimos o rechazamos. Es, por así decir, el motor del comportamiento de la persona. La voluntad necesita una educación gradual para adquirir la fuerza (virtud) que le permita elegir bien de manera habitual (de ahí que a veces a la virtud o fuerza de la voluntad, a veces se le llame hábito.) ¿Qué pasaría si no educamos la voluntad? Pues muy sencillo. Seríamos incapaces de llevar a cabo un proyecto de vida. Las emociones y la afectividad, así como la inteligencia, no bastan para construir una vida con sentido. Necesitamos de la voluntad para llevar a cabo el proyecto que la inteligencia le presenta. Sin ella, somos como un cuerpo que no puede moverse. 



 

  • Comprender y gestionar nuestro mundo afectivo

 

Las emociones son las que habitan en el reino del sentir. Son ellas las que colorean el mundo abstracto del conocer y el querer. El desarrollo emocional es esencial para una vida equilibrada y satisfactoria. Comprender y gestionar nuestras emociones no es fácil y el precio que se paga cuando las emociones no se asumen y se gestionan adecuadamente es muy alto. El mundo afectivo puede ser un aliado o un enemigo, depende de cómo lo gestionemos. El mundo de los sentimientos, las emociones, las pasiones es riquísimo y puede llegar a ser abrumador. Por eso es tan importante para el bienestar integral de la persona conocerlo y gestionarlo, sin permitir que se convierta en un mundo de pequeños tiranos que nos llevan de aquí para allá de manera arbitraria y sin sentido. 





 

  • Cuerpo:  el físico también importa

 

Nuestro cuerpo es el vehículo que nos permite experimentar la vida y alcanzar nuestros objetivos. Somos nuestro cuerpo, no lo tenemos como una propiedad externa, separada del espíritu y la mente. Una formación integral debe incluir aspectos relacionados con el bienestar físico, como la nutrición adecuada, el ejercicio regular y el descanso, para mantenernos en óptimas condiciones para enfrentar los desafíos diarios. Todo está interconectado, la mente incide en el cuerpo y viceversa, no podemos olvidar que si dejamos un aspecto fuera o le damos excesiva o muy poca importancia, es la persona la que sufre las consecuencias. 

 

  III. Beneficios de una formación integral 

 

 

  • Autodescubrimiento y Autoconocimiento

 

Una formación integral nos brinda la oportunidad de explorar nuestro interior, comprender nuestras motivaciones y conocer nuestras fortalezas y debilidades. A través de este proceso de autodescubrimiento, podemos tomar decisiones más alineadas con nuestros valores y objetivos personales.

 

 

  • Desarrollo de la empatía y la comunicación efectiva

 

El crecimiento personal incluye la mejora en nuestra capacidad de comprender y vivir mejor con los demás. Comprendernos mejor a nosotros mismos ayuda a conectar con los demás. Al mejorar nuestras habilidades de comunicación, podemos construir relaciones más saludables y significativas con quienes nos rodean.

 

 

  • Mejora del desempeño laboral y profesional

 

Un crecimiento personal integral también se traduce en un mejor desempeño en el ámbito laboral y profesional. La confianza en uno mismo, la capacidad de liderazgo, buenos hábitos de la voluntad y la empatía son habilidades altamente valoradas en cualquier entorno laboral.

 

 

  • Mayor resiliencia ante los desafíos de la vida

 

El crecimiento personal nos brinda herramientas para enfrentar y superar los desafíos que se presentan en la vida. Al aprender a gestionar el estrés y desarrollar nuestra voluntad, podemos afrontar los obstáculos con mayor resiliencia y determinación.

 

Invertir en nuestro crecimiento personal a través de una formación integral que abarque la inteligencia, la voluntad, las emociones y el cuerpo es una decisión trascendental para alcanzar una vida plena y significativa. La Academia en Busca de Sentido se posiciona como una valiosa opción para quienes buscan explorar su propósito de vida, desarrollar habilidades emocionales y mejorar su bienestar físico y mental.

 

Al enfocarnos en una visión unitaria de la persona, podemos alcanzar un equilibrio esencial para nuestro desarrollo integral y la conexión con nuestra verdadera esencia. Los beneficios de esta formación se extienden a todas las áreas de nuestra vida, desde nuestras relaciones interpersonales hasta nuestro desempeño profesional. El ser, el hacer y el tener. Todo en su sitio y con el peso que merece. 

 

En última instancia, invertir en crecimiento personal nos empodera para enfrentar los desafíos de la vida con sabiduría, compasión y autenticidad, permitiéndonos alcanzar una vida plena y significativa llena de propósito y sentido.

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Cras sed sapien quam. Sed dapibus est id enim facilisis, at posuere turpis adipiscing. Quisque sit amet dui dui.

Call To Action

Stay connected with news and updates!

Join our mailing list to receive the latest news and updates from our team.
Don't worry, your information will not be shared.

We hate SPAM. We will never sell your information, for any reason.